Febo, origen y leyenda del dios del sol

La imagen de Febo se asemeja a la del dios Apolo en la mitología griega. Proveniente del latín “Phoebus”, que quiere decir “brillante”, esta deidad fue aclamada por los poetas clásicos como dueño y señor del sol, siendo una de las tantas referencias que obtuvo.

No obstante, existe mucha confusión con Apolo. Además, en la mitología romana se guardan historias que bien vale la pena conocer para entender la diferencia de su otrora imagen divina.

De la misma manera, aquí encontrarás la historia, el poder en la cultura, las cualidades y algunos de esos otros símbolos con los que distinguir a Febo de los demás.

¿Febo o Apolo?

Febo es el apodo o epíteto con el que comúnmente también se dio a conocer al dios Apolo en la mitología clásica, llamándolo Apolo Febo. En los textos más antiguos se empezó a conocer la existencia de un dios sol, elemento que guardan en común y por lo suelen ser confundidos entre sí.

Se conocía que pertenecía a los 12 que habitaban el Olimpo y que dominaba el arte de la música, la arquería, las artes y la música. No obstante, a Febo también se le relacionaba con referencias como ser el dios de la luz solar.

De hecho, para favorecer el entender uno de otro, igualmente se suele decir que Febo es la versión latina de Apolo.

Febo en la mitología griega

Para los griegos, Febo era el dios del Sol, de la música y de las artes. Resultó ser uno de los más adorados, y como parte de su dualidad, también podía ser alguien muy violento y rencoroso.

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Consideraban a Febo como un hombre fuerte, joven y que no tenía nada de vergüenza porque siempre andaba desnudo. Lo único que portaba consigo era un par de flechas y una lira.

Además, otra cosa que le hizo bastante popular era su habilidad para la adivinanza en las predicciones de Delfos.

Febo y Delfos

El lugar sagrado de Febo para la mitología era Delfos. Ahí estaba su mayor oráculo, aunque también se mencionan otros lugares como el de Tebas, Sicilia y Corintio, principales ciudades helénicas.

Una de las creencias que guardaba la población es que, con solo entrar a esos lugares, su alma quedaba purificada y liberada de los malos sentimientos.

La historia detrás de Febo

La historia detrás de Febo narra que el dios paseaba un día por el cielo en su carruaje haciendo posible que el Sol saliera para iluminar los campos de la antigua Grecia.

Esta es quizás la mayor distinción de su creación porque después de este punto empiezan a realizarse las conexiones con Apolo, hasta tal punto que han sido señalados como el mismo Dios.

Pero, existen investigaciones que explican que Febo es el nombre real del dios Apolo, hijo de Leto con Júpiter y también hermano de Diana, la diosa de la caza.

Febo en la cultura

Febo es nombrado en la cultura popular por primera vez a través de “La metamorfosis” de Ovidio, donde se explica que el héroe Faetón era hijo de Febo, el dios Sol y no de Apolo Febo.

Adicionalmente, se decía que era de tal belleza y poder que el rey Augusto le convirtió en su deidad favorita.

Otra referencia que toma en cuenta a esta deidad es Cervantes y su Quijote. En la segunda parte hace referencia al sol haciendo uso del nombre Febo.

«Apenas la blanca aurora había dado lugar a que el luciente Febo con el ardor de sus calientes rayos…»

De la misma manera, Carlos Javier Benielli compuso la letra de la Marcha de San Lorenzo e incorporó una peculiar frase en honor al astro dios. “Febo asoma; ya sus rayos iluminan el histórico convento”.

Mucho más reciente, justo en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, fue utilizado el nombre de Febo como compañero de Atenea para nombrar a las mascotas de tal edición, Athená y Phévos.

Cualidades de Febo

Las cualidades de Febo le señalan como un hombre muy fuerte. Es hermoso, es valiente, joven y de gran energía. Hay quienes le señalan como el más bello de todas las deidades ya que también tenía una gran personalidad. No obstante, igualmente podía ser alguien brutal y de gran rencor.

Pero tantos buenos atributos no le daban lugar para un buen amor. Todas las aventuras terminaban en desdichas y en especial cuando cayó rendido ante Dafne. La diosa no le correspondía por lo que prefirió convertirse en un laurel para escapar de Febo.

Otra de las historias de desamor de Febo fue con la mujer Coronis. Tuvo un hijo con ella, que llamó Asclepio, pero Coronis prefirió casarse con alguien mortal, como ella. Ante tal traición, el dios Sol optó por acabar con su vida.

Los principales símbolos de Febo

Los tres principales símbolos que posee Febo son la lira, el arco y la flecha. Se le consideró como un joven protector que, cuando no andaba predicando en Delfos, se encargaba de resguardar a los rebaños.

Por esto último también se le conoció como Vejovus. A tal punto cumplió con tal deber, que el emperador Augusto le consideró su protector personal.

Entre otros símbolos que también unifican a la imagen de Febos tenemos:

  • El Sol.
  • La luz.
  • El arte.
  • La belleza.
  • La música.
  • La poesía.
  • El laurel.
  • La verdad.
  • La salud.
  • La curación.

Cualesquiera de estos pueden ser conexiones especiales del dios Febo, o en su defecto, también del Dios Apolo. El punto está en que uno puede ser distinguido por ser el precedente del otro y tener un mayor arraigo entre la población helena que a la romana.

De igual manera, hay quien los unifican para congraciar ambas figuras y los denominan como una figura greco-romana. Esto es igualmente aceptado por ambas civilizaciones y con se les aplica los atributos más poderosos de todas las deidades conocidas en el Olimpo.

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