FAUNA PROTECTORA DE LA NATURALEZA

La Figura de Fauna: Contraparte Femenina de Fauno y Protectora de la Naturaleza 

Sin lugar a dudas, una de las categorías divinas más interesantes y llamativas de la antigua Roma son los dioses rústicos, los cuales estaban relacionados con la naturaleza, los rebaños, el pastoreo, la caza y la ganadería, así mismo eran representados a partir de una gran variedad de imágenes y símbolos dependiendo de su función y sus características particulares. 

Entre las deidades rústicas más veneradas y respetadas por parte de los romanos destaca la diosa Fauna, también conocida como Fenta o Fatua, por su relación directa con la naturaleza, la fertilidad de la tierra y los animales, los cuales suponían elementos indispensables para su supervivencia y desarrollo al proporcionar numerosos recursos.

 

 

 

Orígenes de la diosa Fauna 

Aunque Fauna es la versión femenina del dios Fauno, el equivalente romano de Pan, lo cierto es que su origen varía dependiendo de cada fuente, ya que en ocasiones es mencionada como la esposa de dicha deidad, mientras que en ciertos relatos, es su hija e incluso hermana, lo que dificulta significativamente su estudio. 

Por otro lado, numerosos investigadores sugieren que los romanos introdujeron dicha deidad en su religión, a partir de su tendencia característica de crear parejas de dioses, para representar la importancia de la familia, así como también las dualidades yla complementariedad presentes en la naturaleza, por lo que es inseparable de Fauno.

 

Etimología de Fauna 

Es importante mencionar que tanto el nombre Fauna, como sus demás versiones, son una variante del latín Faunus, que hace referencia a una antigua deidad del bosque, y significa Favorable o la Favorable, por su influencia positiva sobre los espacios naturales y los seres vivos, así como también por conceder favores a sus devotos. 

Papel de Fauna en la Religión Romana 

Fauna era una deidad sumamente venerada en la antigua Roma, al estar directamente relacionada con la abundancia, la fertilidad de la tierra, la salud de los animales y la libertad de los esclavos, así que era adorada tanto en hogares como de manera pública, además contaba con sus propios días festivos y era incluida frecuentemente en diversas celebraciones religiosas.

Los antiguos romanos atribuían a Fauna y a su contraparte masculina Fauno la habilidad de predecir el futuro, así que también celebraban rituales en su honor, para pedir protección y un destino favorable, además ambas deidades contaban con su propio templo y numerosos altares exclusivamente dedicados a su culto. 

 

Representación de la Diosa Fauna 

A diferencia de la mayoría de deidades romanas, incluyendo el mismo Fauno, la diosa Fauna no contaba con una representación específica, ya que era simbolizada a partir de una figura femenina joven generalmente acompañada de cabras y animales salvajes, o sosteniendo una cornucopia, también llamado cuerno de la abundancia. 

 

 

 

 

Relación con otros Dioses Romanos 

Además de su evidente relación con el dios Fauno, dicha deidad también es asociada con otras divinidades rústicas de la antigua Roma, incluyendo Bona Dea, Maia y Ops, con quien comparte numerosas similitudes, por lo que numerosos autores sugieren que se trata de la misma figura religiosa representada desde diferentes enfoques. 

De la misma manera, Fauna era comúnmente asociada a la diosa Diana, la contraparte romana de Artemisa, por cumplir con un rol similar, al ser la deidad de la caza, el parto, la fertilidad femenina y la protectora del bosque, por lo que frecuentemente eran invocadas y adoradas simultáneamente a partir de rituales religiosos.

 

Culto a Fauna en la Antigua Roma 

Cabe destacar que el culto a Fauna se diferenciaba al de otras deidades presentes en la antigua Roma, por incluir una gran variedad de rituales y prácticas exclusivas para mujeres, las cuales eran realizadas de forma secreta en sus hogares, así como también en diversos altares presentes en bosques y demás espacios naturales considerados sagrados.

Al mismo tiempo, los antiguos romanos ofrecían frecuentemente diversas ofrendas, incluyendo vino, leche, miel, flores, frutas y alimentos preparados tanto a Fauna como a Fauno, así mismo ofrecían sacrificios de animales pequeños en su honor para agradecer por su buena fortuna o solicitar protección. 

 

 

 

Celebraciones Relacionadas a Fauna 

En la antigua Roma existían diversas celebraciones dedicadas a la figura de la diosa Fauna y su contraparte masculina, tales como las Faunalias celebradas dos veces al año durante los meses de febrero y noviembre y las Lupercalias celebradas entre los días 13 y 15 de enero, las cuales estaban directamente asociadas a la purificación, la fertilidad y el cuidado de los rebaños. 

Durante dichas celebraciones los antiguos romanos ofrecían ofrendas rústicas, bailes y cánticos a la diosa Fauna, así mismo organizaban sacrificios de cabras o ciervos, procesiones y banquetes públicos en su honor, lo que evidencia la importancia de dicha deidad para su cultura. 

Asimismo, esta deidad romana también era incluida en diversas festividades y celebraciones religiosas relacionadas a otras divinidades femeninas como es el caso de las Nemoralías, celebradas en honor a la diosa Diana, la Brauronía y las Muniquias, las cuales estaban relacionadas con la naturaleza y la salud.

Subir