INFLUENCIA ETRUSCA

La Influencia de la Mitología Etrusca en la Religión Romana

Los etruscos, una antigua y misteriosa civilización del centro de Italia, tuvo un profundo y duradero impacto en el resto del mundo occidental. Su influencia fue fundamental en el desarrollo de Roma, y muchos de sus rasgos culturales más famosos se remontan a ellos.

La mitología etrusca influyó profundamente en la religión romana. Su complejo panteón de dioses, sus prácticas adivinatorias y la singular arquitectura de sus templos moldearon las creencias y rituales religiosos romanos durante siglos.

Las prácticas religiosas etruscas, como la aruspicina (adivinación a través de las vísceras de animales) y la interpretación de los fenómenos naturales, fueron adoptadas por los romanos. La Disciplina Etrusca, un conjunto de conocimientos sagrados, continuó siendo venerada y estudiada hasta el período imperial romano.

 

 

 

Dioses Etruscos en el Panteón Romano

El panteón etrusco tenía una compleja jerarquía de deidades, las cuales se organizaban en tríadas. Los dioses gobernaban diversos aspectos de la existencia humana y el cosmos. La religión etrusca era profundamente ritualista, basada en la interpretación de la voluntad divina mediante signos, presagios y textos sagrados de la Disciplina Etrusca.

Los dioses eran percibidos como seres poderosos que influían en el destino humano y necesitaban ser constantemente apaciguados mediante oraciones, sacrificios y rituales. La mitología etrusca tuvo una profunda influencia en la religión romana, a través de la adopción de distintos dioses, prácticas religiosas y la arquitectura de los templos.

Muchas de estas deidades etruscas se incorporaron al panteón romano, aunque con nombres y ciertas características adaptados a la cultura romana. Entre las principales se encuentran:

  • Tinia, el dios principal del panteón etrusco, se sincretizó en Júpiter, como él reinaba en los cielos y controlaba el trueno y el relámpago.

  • Uni, diosa suprema de los etruscos, es representada en el panteón romano por Juno; ambas diosas se asocian a la fertilidad, la maternidad y el matrimonio.

  • Merva, diosa etrusca de la sabiduría, tiene su contraparte en Minerva, diosa de la sabiduría y patrona de los artesanos de Roma.

  • Turan, la diosa del amor, la belleza y la fertilidad, es representada en el panteón romano por Venus; en ambos panteones se muestra como una deidad joven y elegante, a menudo acompañada de cisnes o palomas.

  • Fufluns, dios del vino, la fiesta y la vegetación, se sincretiza en Baco, deidad del vino, las bacanales y el éxtasis.

  • Veltha deidad etrusca vinculada al inframundo, el destino y los ciclos de la vida, se identifica con el dios romano Vertumnus, dios que rige el cambio de las estaciones.

  • Laran, el dios de la guerra en la mitología etrusca, es representado en la religión romana por Marte. Ambos dioses que se representan como jóvenes guerreros, brindan protección a los soldados en batalla.

 

La Aruspicina y otras prácticas adivinatorias

Los etruscos consideraban cada ave, cada baya y las vísceras de ciertos animales como una fuente potencial de conocimiento de los dioses. Por ello, desarrollaron distintos rituales para descubrir y utilizar este conocimiento. Los mitos etruscos explican que esta tradición había sido comunicada por los dioses a través del profeta Tages, quien enseñó a su pueblo el arte de la adivinación.

En el mundo etrusco, las acciones públicas y privadas de cierta importancia se realizaban solo después de haber interrogado a los dioses; las respuestas negativas o amenazantes requerían ciertos rituales y sacrificios.

La aruspicina, el estudio de los detalles de las vísceras, especialmente los hígados, de los animales sacrificados, era la principal forma de interrogar a los dioses, para obtener su conocimiento. La observación del vuelo de las aves, los rayos y otros fenómenos celestes también era muy utilizada para obtener el conocimiento divino.

Estas prácticas fueron ampliamente adoptadas por los romanos. Los arúspices examinaban las entrañas de las aves como preparación para grandes acontecimientos políticos. Un arúspice romano examinaba las entrañas de cualquier animal de sacrificio, que podían ser aves de corral si el oferente era pobre, pero lo más común era una oveja.

La aruspicina buscaba comprender el favor o desagrado divino antes de tomar una decisión importante, especialmente en asuntos políticos o militares. Los romanos deseaban asegurar la "pax deorum" (paz con los dioses) antes de realizar cualquier acción importante en la política o la guerra.

El arúspice examinaba las entrañas del animal que se sacrificaba frente a los dioses, prestando especial atención al hígado, corazón y pulmones. El hígado, especialmente la "caput iocineris" (cabeza del hígado), era un punto principal. El sacerdote trataba de encontrar ciertas formas y anomalías en los órganos, que le servían como señales enviadas por los dioses.

 

 

 

 

El Augurio

El augurio o toma de auspicios era otra práctica adivinatoria etrusca, utilizada en la religión romana. Un augur se encargaba de interpretar la voluntad de los dioses a través de la observación de las señales naturales, en particular el vuelo de las aves. Esta práctica se hacía para conocer la voluntad de los dioses y tomar decisiones importantes relacionadas con acciones militares, debates políticos y elecciones.

El augurio más famoso en Roma se dio cuando Rómulo y Remo determinaron que Roma se fundaría en el monte Palatino y no en el Aventino. Rómulo vio doce buitres atravesando el cielo, mientras que Remo solo vio seis.

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